domingo, 3 de agosto de 2014

[RELATO] La famosa mesa de la cocina - El éxtasis de Gabriel

Es domingo y, curiosamente, estoy feliz, ya se imaginan, por lo regular los domingos y lunes son malos días, casi para el 99.9% de la población.

Pero, empezaba a creer que mi criterio para encontrar historias románticas estaba atrofiado o algo porque últimamente me estaba llevando cada decepción con los libros que me encontraba pero ooooh!! sorpresa de sorpresas!! acabo de terminar un libro que a pasado inmediatamente a mi lista de favoritos y próximos a comprar en papel, peeeero esa es historia para otro día.

Hoy les traigo una de las mil cosas que les había prometido, es una escena eliminada del libro El éxtasis de Gabriel (que si, me llegó desde julio 25... pero soy una postergadora... si, culpable) espero que lo disfruten (las anotaciones en colores son mis comentarios, todo lo demás es cosa de Reynard) y les aviso, es una escena CALIENTE

La famosa mesa de la cocina:

Publicado: 25 de julio 2014 07 a.m. PDT

Queridos Todos,
Hace algún tiempo, The Rock Stars of Romance tuvieron la amabilidad de publicar The famous kitchen table outtake del Éxtasis de Gabriel. Recientemente, he oído hablar a un número de lectores que habían oído sobre la escena, pero no podían encontrarla, etc.
Aquí lo tienen.
(Nota: Por favor, probar la resistencia de los muebles de la cocina antes de haberlo probado.) [OH.MY.GOD! esto suena HOT]

     Julia se dio la vuelta y se inclinó sobre la cama. Gabriel se había ido. Con el sol alto en el cielo y brillando a través de las ventanas del balcón no se sorprendió por su ausencia, o por la frescura de las sábanas de su lado. Agarrando su almohada, que aún conservabe el perfume de Aramis que siempre desprendía él, encontró una nota escrita a mano.

Buenos días, mi preciosa.
Estabas durmiendo demasiado pacíficamente para despertarte.
He ido a Todi para recoger algunas cosas.
Quiero cocinar para ti hoy.
Llámame a mi celular si necesitas algo.
Con amor,
G.
PS: Tu belleza es verdaderamente impresionante.

     Julia sonrió. Era una nota simple, no muy diferente de muchas otras que había escrito para ella. Pero en la esquina inferior, casi como una idea de último momento, la dibujó a ella. Era su perfil con su pelo en cascada sobre la almohada mientras dormía, transpuesta a un pequeño dibujo a lápiz. Y debajo había escrito Mi Beatrice.
     No sabía que él tenía esa habilidad con el lápiz, a pesar de su destreza en múltiples talentos manuales. Pero el dibujo era bastante bueno, muy bueno. Tendría que conservarlo.
     Sin dejar de sonreír, posó sus pies desnudos en el frío suelo y caminó con cautela hacia el armario. No se sentía que usara ropa o estuviera vestida adecuadamente. Quizás por primera vez, se sentía cómoda en su propia piel. Así que tomó una de las camisas blancas de Gabriel y se la puso, abotonando sólo unos pocos de los botones antes de buscar unos calcetines en los cajones de la cómoda.
     Oyó la voz de Gabriel llamándola. Había regresado.
     Con entusiasmo, se apresuró a bajar las escaleras y entrar en la cocina.
    —Hola, señorita Mitchell. —La besó en la frente mientras dejaba las bolsas con comestibles en el mostrador. —Te ves hermosa.
     Con las manos libres, le picoteó primero una mejilla y luego la otra antes de atraparla entre sus brazos contra el mostrador.
     —¿Has dormido bien? —Sus labios se movieron contra su pelo.
     —Muy bien. —Presionó su boca en su manzana de Adán y él retrocedió ligeramente, como si le hubiera hecho cosquillas. —Gracias por el dibujo.
     —De nada.
     —No sabía que dibujaras.
     —Cariño, si pudiera te pintaría. Con mis dedos.
    Julia se quedó con la boca abierta y Gabriel se rió entre dientes antes de cerrarla suavemente.
     —Vamos a tratar de pintar con los dedos después. Me gustan tus calcetines. —la soltó de sus brazos, sonriendo con picardía.
     Miró hacia abajo a sus pies y los flexionó.
     —Los rombos son sexy.
    —Siempre he pensado eso. Permíteme subir la temperatura. No quiero que agarres frío. —Desapareció en la otra habitación y regresó un momento después. —Voy a encender el fuego cuando nos sentemos a comer.
     Comenzó a desempacar los comestibles, mirándola por el rabillo del ojo.
     —Pareces feliz hoy.
     Ella se alzó sobre el mostrador y comenzó a mover sus piernas hacia atrás y adelante.
     —Estoy feliz. Estoy enamorada de un hombre maravilloso y tengo la oportunidad de compartir esta fantástica casa con él. Soy la chica más afortunada del universo.
     Gabriel arqueó las cejas.
     —¿Del universo? Hmmm. Estoy seguro que los habitantes de la galaxia vecina lamentarán mucho oír eso.
     Le dio un golpecito juguetón con el pie envuelto en rombos.
     —Eres un nerd.
     Se volvió hacia ella y la agarró del pie, tirando de él hacia arriba hasta que la pierna se extendió a la altura de su hombro.
     —¿Qué me has llamado? —Fingió enojo pero sus ojos verdes brillaban con diversión.
     —Um, te llamé un nerd.
     Él levantó una ceja.
     —¿En serio? ¿Un empollón haría esto? —De manera experta, Gabriel usó sus dedos para acariciar el contorno del empeine de Julia, por encima de su calcetín.
     Cuando ella se quedó sin aliento ante la agradable sensación, sensualmente le quitó los calcetines antes de tirarlos por encima del hombro.
     —Creo que aquí ya está bastante caliente, ¿no te parece? —Su voz era baja y provocativa, lo que hizo que Julia se estremeciera.
     Deslizó la mano por su pierna, jugando con la parte posterior de la rodilla hasta que ella cerró los ojos y gimió.
     —Julianne, —gruñó él, sus ojos bailaron.
     —¿S-sí?
     —No estás usando ropa interior.
     Un rojo brillante enrojeció sus mejillas y trató de retirar su pie, dándose cuenta de lo que estaba expuesto.
     —No tan rápido. —Con un solo dedo, recorrió a lo largo de la cara interna del muslo y de regreso, acariciando arriba y abajo con un ritmo paciente.
     Ella comenzó a respirar más rápidamente a medida que sus largos dedos se acercaban a donde estaba expuesta.
     —Los nerds no son conocidos por sus habilidades en hacer el amor.
     Gabriel retiró la mano y puso su dedo índice contra el labio inferior.
     —Abre, —le ordenó.

¿Te ha gustado? ¿Quieres seguir leyendo? Solo da click >>>aquí<<<



Espero que disfruten esta escena eliminada del Éxtasis de Gabriel que a mi me ha encantado, y me han dado ganas de leer de nuevo la trilogía, pero no se fíen mucho de mi que Reynard es de mis autores favoritos y leería casi cualquier cosa de él, así que mejor lean la escena y espero les deje con tan buena impresión como a mi.

Hay mas noticias de Reynard que iré publicando propiamente (ya lo se, ya lo se, siempre les digo lo mismo) bueno les adelanto los hechos, se trata de un nuevo libro que esta por lanzar al igual que The Raven y se trata del tomo 0.5 de esa misma serie, titulado The Prince aun tengo que visitar la pagina de TRSR para ver cual es el anuncio que hizo el 30 del pasado mes, igual y es el lanzamiento de este nuevo libro, pero para las/los fans de Reynard, estén atentos que estos días les traeré mas información! 

Mañana con 3 reseñas y reformas en el blog! Espero que disfruten!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos los comentarios son bienvenidos, pero POR FAVOR NO pidas libros, donde bajarlos gratis o PDFs. Romance y Pasión no presta libros. Y por cortesía, si tu comentario va a tener SPOILERS avísalo antes. ¡Gracias!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...