[SERIE] "Señores del Inframundo" - El beso más oscuro

Volvemos a las reseñas y volvemos a esta serie que me tenía totalmente embelesada, hablo en tiempo pasado porque ya la he terminado, bueno hasta los tomos en español, estoy planteándome si leerme el de Baden ahora o esperar hasta que este en español... y bueno, como sea, vayamos a eso.

Titulo: El beso más oscuro

Autor: Gena Showalter

Serie: Señores del Inframundo

Género: Paranormal-Romántico-Erótico

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Aunque contaba siglos de existencia, Anya, la diosa de la Anarquía, no había conocido el placer. Hasta Lucien, la encarnación de la Muerte, un guerrero condenado a llevar a las almas al Más Allá durante toda la eternidad. Él la atraía como ningún otro, y Anya estaba dispuesta a arriesgar cualquier cosa por tenerlo. 

Sin embargo, cuando aquel despiadado Señor del Submundo recibió de los mismísimos dioses la orden de tomar el alma de Anya, la incontrolable atracción se convirtió en angustiosa persecución. Debían vencer a las fuerzas que los controlaban antes de que la sed que sentían el uno por el otro les exigiera un sacrificio de amor más allá de lo imaginable…

La historia continua unos días después de que termina la de Maddox. Lucien es el líder de los Señores del Inframundo, ahora que los dos bandos que cientos de años atrás se habían separado sigue siendo el que los mantiene en raya, aunque Sabin es quien les ordena y organiza para los ataques, creo que es debido a la personalidad de Lucien, bastante calmado para tener el demonio de Muerte en su interior. 

En el libro pasado conocemos la extraña voz que Maddox escucha en su cabeza cuando está a punto de perder a Ashlyn, y resulta que es la de una Diosa menor, Anya. Ella se obsesiona con Lucien de tal manera que no puede alejarse por mucho, sin embargo Lucien cree que ella esta tratando de fastidiarle pues sabe que no es precisamente guapo, a diferencia de los demás Señores Lucien esta marcado, por todo su cuerpo corres cicatrices que le hacen tener un aspecto aterrador, unas que él mismo se hizo, como sabemos, los cuerpos de los Señores se regeneran por completo pero Lucien se las hizo para que se regeneraran, quizás para apartar a todos los demás? Algo que había funcionado perfectamente hasta que Anya lo ataca en un bar… sensualmente claro, se va a por el en frente de todos sus hombres, los cuales se quedan pasmados. 

Aun con todo Lucien no cree que Anya pueda sentirse atraída hacia él y cree que solo intenta jugar con él. 

Además él esta en una misión, encontrar los cuatro artefactos místicos que les ayudaran a obtener la caja de Pandora, Anya obviamente tiene algo que decir, así que toma a Lucien y se lo lleva a donde encontraran, a una nevada montaña sin embargo son emboscados por una serie de cazadores y Anya recurre a su gran amigo William, un ser extraño que no se sabe mucho de el salvo que es inmortal y un promiscuo. El chico claramente no quiere ayudarla ni a él en nada por lo que la diosa le roba un libro a William, el cual se pone como loco. 

Aunque lo que realmente importa es que Lucien va poniéndose cada vez mas débil, esta perdiendo no solo su fuerza sino la vitalidad, y William no es precisamente el cooperador que Anya esperaba y finalmente ocurre un desastre inevitable. 

Ademas que nos encontramos de nuevo con Danika y el dilema de Reyes entre saber porque quiere correr tras ella para protegerla. 

Lucien es un personaje que desde el libro anterior no me causó un gran interés, pero en su libro me gustó la forma en la que se desenvuelve, que a pesar de ser el líder no se siente poderoso o superior, sino que el siente que es igual a los demás, tiene remordimientos por el pasado y por el daño que su demonio ha hecho, a pesar de que esta poseído por muerte la verdad es que su demonio es muy pasivo, si no fuera porque lo obliga a escoltar algunas almas al mas allá, no a todas y él le explica porque cree que es eso. 

Anya por otro lado esconde muchos secretos en su interior, lo cuales algo irónico… ya sabrán porque, tiene un pasado tormentoso, y un árbol familiar muy interesante, Cronus le tiene miedo por alguna extraña razón, y no solo eso sino que William, el amigo que antes la amaba parece que se ha vuelto contra ella solo por un simple y sencillo librito que nadie leía.

El trama empieza a ponerse interesante, muchos secretos y preguntas que se van generando entre mas nos adentramos al mundo de los Señores, me gusta el rumbo que va tomando todo y me pica mucho la curiosidad, me ha atrapado por completo (como si Maddox no lo hubiese hecho ya) Aunque Lucien no me pareció muy sobresaliente en el primer libro aquí me ha conquistado.   

Anya, no me gustó que aunque fuese tan poderosa sea tan rogona, esta bien que ame a Lucien pero creo que se pasó un poco de odiosa.   

Cuando Anya lo esposa con los grilletes de Maddox (que al final no recuerdo que pasó con ellos) fue romántico y gracioso a la vez porque lo vieron atado, pero todo el simbolismo del gesto fue una de las mejores partes de la pareja.

—¿Por qué me has llamado? —preguntó él tranquila, disciplinadamente.

—Quería bailar contigo —dijo ella mirando hacia atrás—. ¿Es un crimen?

Él no dudó al responder. 

—Sí.

—Bien. Siempre me ha gustado violar la ley. Una pausa de confusión. Después:

—¿Cuánto te ha pagado Paris para que hagas esto?

—¿Me pagan? ¡Oh, qué bien! —respondió Anya, y con una sonrisa se acercó a él de espaldas y se frotó contra su cuerpo—, ¿Cuál es la divisa?, ¿orgasmos?

En sus sueños, él siempre la agarraba y penetraba en su cuerpo en aquel momento; en la realidad, Lucien dio un paso atrás como si ella fuera una bomba a punto de explotar, y puso distancia entre los dos.

Ella tuvo una inmediata sensación de pérdida.

—Nada de contacto —dijo él. Probablemente, había intentado sonar calmado, pero se había notado su nerviosismo. Su tensión.

Anya entornó los ojos. A su alrededor, todo el mundo había visto su interacción y cómo él la había rechazado. Ella les ordenó con un gesto ceñudo: «Esto no es de vuestra incumbencia. Daos la vuelta».

Los humanos obedecieron. Sin embargo, el resto de los Señores se acercaron a ella, mirándola fijamente y con curiosidad. Sin duda, querían saber quién era y qué hacía allí.

Debían tener cuidado, y Anya lo entendía. Todavía sufrían la persecución de los Cazadores, un grupo de humanos que creían, estúpidamente, que podían crear una utopía de paz y armonía librando al mundo de los Señores y de los demonios que éstos llevaban dentro.

«No les hagas caso», se dijo. «Se te está acabando el tiempo, chica».

Volvió a centrarse en Lucien, a quien miró sin darse la vuelta completamente.

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