miércoles, 1 de julio de 2015

[SERIE] "Agencia B.A.D." - Actitud provocadora

Pues lo prometido, he regresado con una reseña nueva, de una serie nueva, de una de mis autoras favoritas, aproveché para darle una leve cambiadita al blog (a ver si lo notan) arreglar ciertos links que no me había percatado que estaban mal hasta que alguien me lo hizo saber, quitar algunas cosillas y bla bla bla, pero el caso es que YA ESTOY DE VACACIONES!!!!!! ya volveré mas seguido por estos lares a dejarles nuevas sugerencias. Por ahora les dejo el primer tomo de otra serie de Sherrilyn Kenyon, aunque no es paranormal pero no por ello deja de ser una historia que no pueden perderse si les gusta el romance y la acción.


Titulo: Actitud provocadora
Autor: Sherrilyn Kenyon & Dianna Love
Serie: Agencia B.A.D.
Género: Suspenso-Romántico-Erótico
Lo puedes encontrar en: amazon (versión digital y en papel) casa del libro (en papel)


La agente Sydney Westbrook debe encontrar al perfecto francotirador para una arriesgada misión antiterrorista. El encargo es simple: encontrar y matar a un asesino a sueldo antes de que este mate a un líder mundial durante una conferencia de paz en suelo norteamericano.
J.D. Steele, reputado militar y uno de los mejores francotiradores del país, sería el hombre idóneo para la misión, pero está en prisión por un grave problema de insubordinación. Aunque Sydney inicia los trámites para su liberación, Steel no está dispuesto a estar bajo las órdenes de ninguna agente por muy guapa que sea.
Los dos se verán arrastrados a las profundidades de un mundo donde asesinos y mercenarios son el pan nuestro de cada día. Y en medio de la investigación, Sydney empieza a vislumbrar la clase de hombre que es Steel y el honor que oculta bajo esa fachada de chico malo y arrogante.
¿Podrá el amor infiltrase en el corazón de ambos cuando el riesgo es máximo y sus sentidos deben estar más alerta?

Vale, es obvio que me interesé en esta serie porque se trataba de Sherrilyn Kenyon, pero cuando leí que era sobre militares, policías y demás (ya saben que rara vez leo sinopsis) me gustó aun mas, la historia empieza un poco floja. Bueno no es cierto, empieza con J.D. Steele en una misión en Irak, nos da una entrada al mundo de la milicia estadounidense que todos hemos visto en los programas de NCIS o videos de YouTube, pero Steele acaba de perder a su mejor amigo en una misión que él denomina como suicida e innecesaria, lo peor es que sabía que Brian no habría estado ahi si no fuese por él, con el peso de la pérdida y los remordimientos se esta carcomiendo en cerebro por saber que no fue si quiera capaz de recuperar los restos de su amigo. En eso llegan los soldados a recoger las cosas de Brian, pero no solo recogerlas sino deshacerse de toda la evidencia de donde estaba o que era lo que hacia, tales como fotografías, cartas o el diario que escribía, Steele con una furia superior a su razón se dirige hacia el despacho del Capitán, y al escucharlo narrar una historia totalmente diferente a lo que realmente sucedió y la razón por la que Brian este muerto pierde los estribos y le dispara ahi mismo, en medio del campamento militar, obviamente no lo mata pero estuvo cerca.
Sydney es una chica que se toma su trabajo muy en serio y debe encontrar a un francotirador que no falle jamas, pues tiene una minima oportunidad de terminar con el cabeza de una gran organización terrorista, todo apunta a que su hombre es J.D. Steele, aunque hay cierta resistencia por lo superiores de está pues no pueden hacer ojos ciegos a la razón por la que está en prisión el hombre. Sin embargo cuando Sydney demuestra que es él o nadie las cosas no se desarrollan como ella esperaba, Steele simplemente no esta interesado en ser usado por nadie, al ser el mejor tiene una gran reputación que lo trasciende lo que le ha llevado a varios intentos de ser reclutado, pero tras la muerte de Brian él ya no quiere saber nada.
Pero la organización para la que trabaja Sydney le juega sucio, le ofrece libertad a cambio de sus servicios, lo dejan disfrutar del aire, de las calles, de ser una persona de nuevo, pero como Steele se sigue negando y Sydney es una testaruda ejerce presión anunciando a los noticieros que Steele ha escapado de prisión y que es peligroso, por lo que lo acorrala en un callejón sin salida y no le queda mas que cooperar con ellos, aunque de mala gana.
Los jefes de Sydney no están muy contentos con la treta que ha armado esta, mas que nada porque le tienen miedo a Steele de que haga alguna maniobra que no puedan controlar, pero con el paso de los días en la misión Sydney se da cuenta que Steele no es la clase de hombre que creía que era, no es un asesino a sangre fría, sino un soldado con un sentido del honor demasiado alto, con sus acciones le demuestra que las cosas no son tal cual las lee en su informe y mientras los días avanzan no solo va siendo consiente de sus errores sino que ademas de la gran atracción que ese hombre ejerce en ella.
Pero lo que Sydney no debe olvidar es que están en alerta maxima permanente.
Para ser franca me perdí un poco con los personajes del libro, en veces no entendía quien era cual y que papel desempeñaban, no es el tipo de historias al que Kenyon me tiene acostumbrada, yo creo que se debió a la intervención de la otra autora, los personajes eran muy serios al igual que la historia haciendo que el sentido del humor picante característico de Kenyon brillara por su ausencia. No estoy diciendo que los personajes no gustarán sino que me quede esperando algo mas.

Todo el asunto de las conspiraciones, que fuera un tanto impredecible, los giros que dio la historia y el personaje de Jack.

No hubo tanto romance como esperaba.

Cuando Sydney le empieza a llamar Josh, se me hizo super triste que ni siquiera su madre lo llamase por su nombre y que después de ir a la cárcel nadie lo visitara, por lo que cada vez que Sydney claudicaba a su personalidad y demás se me hacian super romantiquisimos esos momentos.

—Soy un buen profesional, Syd. ¿No es por eso que me escogisteis?
Ella asintió.
—Pero has superado todas mis expectativas.
—No seas blanda conmigo, Despiadada. No sé cómo tratar contigo cuando haces eso.
Ella reflexionó sobre sus palabras. Es verdad que él no parecía disfrutar de interactuar con la gente en general y con ella en particular. Sintió curiosidad al preguntarse qué habría pasado si se hubieran conocido como dos extraños en la calle.
—¿Hay alguien con quien sí te sea fácil tratar?
—En realidad, no —susurró él—. La habilidad para relacionarme nunca ha sido mi punto fuerte. Es por eso que me resulta tan fácil ser un francotirador. Solo tengo que interactuar con mi observador. Todos los demás pueden irse al carajo.
—O sea que las relaciones largas nunca han formado parte de tus planes para el futuro.
Él soltó un bufido.
—La verdad es que no. Las mujeres me confunden o me irritan. Siempre que he conocido a alguna me he acabado hartando de ella en unos pocos meses.
Ella hizo un ruido de disgusto.
—Como representante de mi género me siento seriamente ofendida por eso.
—Sí, ya… bueno, no veo tampoco ningún anillo en tu dedo, cariño. ¿Eso a qué se debe?
Syd hizo chirriar las ruedas.
—Eso no es asunto tuyo.
—Touché.




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